La trampa de las encuestas

De cada 10 encuestas 2 o 3 no sirven para recopilar datos
De cada 10 encuestas 2 o 3 no sirven para recopilar datos

De nueva cuenta surgen las encuestas en la campaña política del Estado de México, realizadas por la prensa nacional y la duda en torno a ellas. Los resultados oficiales en los últimos tiempos están lejos de ser parecidos a los que se han estimado con anterioridad.

Lamentablemente ese escenario en el que no empatan resultados oficiales con el de las encuestas está abonando a un escenario de desconfianza entre los electores mexiquenses al grado que los partidarios de un personaje solo reconocerán las cifras estimadas si estas le son favorables. De cualquier otra manera, se dirá que están manipuladas en su contra.

De acuerdo al profesor universitario experto en estos temas, Edmar Ariel Lezama si nos centramos únicamente en la elección a gobernador del Estado de México, el resultado hasta la segunda semana de mayo es una competencia entre dos candidatos (PRI y MORENA), los cuales se encuentran en empate técnico, pero con una tasa de rechazo e indecisos combinada del 50%, lo cual garantiza poco en torno al pronóstico de quién y por cuántos puntos ganará.

Ante tal problemática surge la duda razonable sobre si las firmas encuestadoras están realizando bien su trabajo, es decir, si la metodología empleada es la adecuada y no se está favoreciendo a algún candidato con cifras infladas que lo vuelvan más atractivo. Por lo que resulta necesario hacer un análisis detallado de todas las encuestas realizadas y de ahí sacar conclusiones.

El riesgo latente de una polarización post-electoral es amplio, ya que más de un elector de nueva cuenta verá que los resultados oficiales no son similares a los pronosticados y la sospecha de fraude y trampa volverá a caer en el país.

Esa tasa de rechazo publicada por la prensa escrita nacional va del 15% al 30%, lo que significa que de cada 10 encuestas que se levantan, de 2 a 3 no sirven para la contabilidad de los datos. Al hacer una promedio de la tasa de rechazo en todas las encuestas levantadas del mes de enero al mes de abril para las elecciones a gobernador en Estado de México, la cifra se ubica en 20%.

En promedio, la tasa de indecisos es del 40% en todas las encuestas publicadas para renovar gubernatura en el Estado de México, Coahuila y Nayarit en el periodo de tiempo señalado. Por lo que esta cifra combinada con la tasa de rechazo agrava el problema.

Esa tasa de rechazo publicada por la prensa escrita nacional va del 15% al 30%, lo que significa que de cada 10 encuestas que se levantan, de 2 a 3 no sirven para la contabilidad de los datos. Al hacer una promedio de la tasa de rechazo en todas las encuestas levantadas del mes de enero al mes de abril para las elecciones a gobernador en Estado de México, Coahuila y Nayarit, la cifra se ubica en 20%.

Si sumado a la tasa de rechazo reportada en cada encuesta le agregamos el porcentaje de indecisos (personas que sí contestaron la encuesta, pero no saben aún por quién votar), tendremos un resultado final sesgado y que es poco concluyente.

Por lo que el problema no está en el levantamiento de la encuesta, sino en el hecho de no informar de forma clara a los lectores sobre cada apartado del trabajo hecho.

Es necesario explicar a los electores que en las encuestas existen variables que pueden alterar el resultado final. Hacerlo a tiempo significa una labor más fácil que intentarlo después, ya que la duda existirá en caso de una victoria entre primero y segundo lugar por margen amplio, cuando durante medio año se vio una contienda cerrada.

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