El 35 por ciento del territorio municipal de Atizapán de Zaragoza está sobre suelo con cavernas

Autoridades municipales tienen vigente el programa de relleno de minas y se han sellado cavernas, pero el problema puede regresar por las inundaciones.
Autoridades municipales tienen vigente el programa de relleno de minas y se han sellado cavernas, pero el problema puede regresar por las inundaciones.

Vecinos afectados por las severas inundaciones que registra el municipio de Atizapán de Zaragoza, en esta temporada de lluvias, afirmaron que en cualquier momento puede registrarse el hundimiento de viviendas por estar sobre suelos minados.

Carlos Alberto Miranda, integrante de la representación vecinal de la colonia Ex Hacienda del Pedregal, informó que desde el año de 1996 ingenieros de la UNAM realizaron un estudio completo, donde se determina que el 35 por ciento del territorio municipal se encuentra sobre suelo con cavernas.

“Significa que entre 60 y 70 colonias fueron edificadas en predios minados y representa el riesgo número uno en esta demarcación, que en temporada de lluvias amenaza a cientos de familias.

Existió un caso de alto riesgo, en la colonia, donde 36 familias de la calle Margaritas fueron desalojadas de sus casas hace varios años, hasta que se estabilizó el terreno.

Atizapán de Zaragoza es el único municipio del Estado de México que cuenta con equipo especializado en el análisis y tratamiento de cavernas.

Protección civil llegó incluso a tener un georradar, que son aparatos especializados en la detección de subsuelo minado; sin embargo, al paso de los años el aparato quedó obsoleto y no se cuenta ya con la herramienta”.

Aseguró que autoridades municipales tienen vigente el programa de relleno de minas y se han sellado cavernas en la colonia Loma Linda y otras donde se invirtió en el tratamiento de suelo inestable, pero el problema puede regresar por las inundaciones que se han tenido en varios puntos.

Investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon en 1997 una mezcla llamada cemento puzolámico, y desde ese año el municipio emplea ese material para rellenar cavidades. Se trata de un líquido hecho de hidróxido de calcio y perlita, producto de desecho de empresas de la región.

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